Volvemos a encontrarnos (S. Acheron)

No hacia mucho que había llegado al pueblo, el que de momento sería mi hogar, aunque sinceramente jamás podría decirse que tuviera un hogar en condiciones, pues como siempre iba de allá para acá sin darles cuenta a nadie de lo que hacía o dejaba de hacer. Esa mañana me vestí, desayune y me fui a dar un paseo por los alrededores. Este lugar era demasiado idílico para ser real, no sabía hasta que punto sería un buen lugar para vivir, aunque mirando por otro lado aquí podía ser yo.

Continuaba mi paseo, como no era lo mejor que hacer en una mañana libre, pues después me tocaba aguantar a los borrachos de turno en el Mystic Grill, con mi inseparable anillo de día, el único recuerdo que tenía de Sharok, o Acheron como yo lo llamaba para fastidiarlo, normalmente siempre me decía que le llamara Sharok. Me encamine hacía el bosque, siempre me habían fascinado esos lugares, supongo que era por que me recordaban a cuando solía escaparme con el para estar un rato a solas, mirando las estrellas, ya que aun el sol para mi era mortal.

Todo parecía normal, sus árboles, caminos que se perdían en el infinito, aunque espera ¿todo? para nada, pues a lo lejos divise una figura masculina, ¿sería posible que fuera el?, acaso era posible que el destino nos hubiera puesto en el camino del otro, avance un poco mas para cerciorarme que era el, cuando ya estuve a su altura, me aventure a hablar, ¿Sharok?-pregunte para poder cerciorarme, digamos que por un lado tenía que odiarlo con ganas por haberme dejado sola, pero otro no podía negar que me gustaba, pero después de mis malas experiencias no me veía en el camino ese de enamoramiento, pero si pasarlo bien al lado de el, ¿pero el estaría dispuesto a eso?

Aun estaba intentando habituarme al sitio. Queria dar una vuelta por el bosque mas que nada para tranquilizarme un poco, pasear un rato tranquilo mientras a la vez que conocia algo mas del pueblo, podria sacar algo de mis habilidades para que no se me olvidara.
La ultima vez que la habia usado habia sido para crear un anillo especial para una chica del internado donde me crie. Una chica que aunque me habia llamado la atencion en un primer momento, cuando descubri lo que era realmente fue cuando decidi que lo mejor era alejarme.

Una vampiresa, si claro, eternamente joven y bella. Genial!!! pensaria... pero eso es precisamente lo peor de todo, que pasaria cuando yo me hiciera viejo? me dejaria por otro, o se alimentaria de mi y me dejaria tirado en cualquier callejon para ir en busca de cualquier otro jovencito que le diera la juventud que yo habria perdido.
No, no era lo que yo queria, yo queria a alguien que envejeciera a mi lado, que pasaramos juntos toda una vida y no...
Asi estaba en mis pensamientos cuando una voz que me llamo me dejo paralizado en el sitio, una voz bastante peculiar y que conocia bastante bien ya que... pero no podia ser, Lya habia desaparecido de mi vida o mas bien yo habia salido de la suya y seria demasiado sarcastico por parte del destino volver a ponermela delante.

Me gire y pude ver la silueta de ella intentando reconocerme, hubiera huido pero de nada servia, era mas rapida que yo y me hubiera alcanzado en cuestion de segundos. Lo unico que pude hacer fue acercarme lentamente hacia ella y esperar a ver su reaccion.

- Si bueno, asi es como me llamo, si

Parecía ser que que si era el quien estaba allí, después de que saliera de mi vida, parecía que el destino nos volvía a juntar en un pueblo mágico en el que cualquier cosa podía suceder, parecía que la magia me perseguía, allá donde fuera.

Observe atenta que se acercaba a mi, si tuviera un corazón diría que latía pero para que mentir los vampiros carecíamos de latido, eramos personas fallecidas con otra forma de ver las cosas. aunque bueno si se podría decir que algo de corazón teníamos, vaya parece que el tiempo no ha pasado por ti,  sigues igual que cuando estudiábamos en el internado-comente sin dejar de mirarle.

El único recuerdo que tenía de el era un anillo con el cual podía salir al sol sin morir abrasada por el, mire su muñeca derecha, no daba crédito a lo que veían mis ojos, mi pulsera de cuero, la creía perdida durante mi estancia allí, el único recuerdo que me ataba mi humanidad, bueno uno de pocos, y ahora la tenía el, para que el no sospechara me hice la loca, bonita pulsera, ¿la compraste aquí?-pregunte intentando sonreír aunque por dentro deseaba partirle la cara aunque sabía a lo que me exponía si hacía algo así, y sabía lo que era capaz con ta solo mover un simple dedo.

Curioso, con todo el tiempo que habia pasado y me hablaba como si nada nunca hubiera cambiado, como si nos hubieramos visto la tarde anterior.
- Eso seria mas aplicable en tu caso, tu eres la que no envejece, yo por desgracia si que sufro lo que los años hacen al ir pasando.. aunque gracias por el cumplido, supongo.

Veia que aun seguia conservando el anillo, aunque claro, un objeto como ese es lo mas preciado para los de su "especie". Poder volver a caminar bajo el sol como cuando eran humanos es algo muy preciados para ellos.

Pregunto de repente por la pulsera que llevaba en mi muñeca derecha y la observe unos segundos mientras la acariciaba con un dedo.
- No, no la compre, de hecho la encontre en el internado poco antes de irme, no se de quien es, pero me llamo la atencion y me la lleve conmigo. Podria decirse que es el unico recuerdo, el unico lazo que aun me recuerda lo que fui y lo que vivi en aquel lugar.

Algo me decia que no podia estar muy confiado, con el tiempo habia aprendido a detectar algunas cosas y mas si conllevan peligro. Aunque si era una chica lista, sabria que en este tiempo yo habria aprendido muchas cosas y entre ellas, como poder dominar a un vampiro con una sola mirada. Aunque si tenia que recurrir al fuego con ella, aunque me costara ten por seguro que lo haria.

- Yo tambien me alegro de verte Lya, tienes muy buen... aspecto. Y dime, estas de pasada o andas viviendo aqui?

No podía dejar de mirarle para que escarbar en el pasado, si en el solo había dolor, por eso opte el hablarle como solía hablarle con buenas palabras, pues ante todo siempre fue y sera mi mejor amigo, aunque claro por la circunstancias dejamos de vernos.

Sonreí levemente cuando dijo aquello, cierto era que nosotros siempre estábamos igual, congelados si posibilidad de avanzar, por un lado deseaba volver a la mortalidad, pero por otro, eso de ser joven eternamente era un ventaja aunque a la larga sería mas bien un inconveniente.

Sabía que tenia que andarme con cuidado de no mostrar nada, puesto que el era capaz de doblegarme con tal de conseguir algunas cosas, pero esa pulsera era mía, es bonita-comente en referencia a la pulsera.

Claro que era bonita, puesto que me la había regalado mi padre antes de marcharse para siempre, tengo una casa aquí, y un trabajo como camarera en el restaurante del pueblo, el Mystic Grill, estas invitado a una cerveza o un refresco lo que gustes-guiñe el ojo con mucha picardia, algo que sabía que no podría resistirte, ya que en el orfanato teníamos una relación de ni contigo ni sin ti, ¿podríamos estar así también en Mystic Falls?.

Por mas que ella intentaba ocultar sus sentimientos y pensamientos a la gente, para mi era como un libro abierto cuyas paginas quedaban a mi merced. Tanto tiempo pasado juntos, tantas cosas compartidas y una simple mirada a la pulsera que adornaba mi muñeca junto con ese comentario tan escueto como seco, me revelo todo lo que necesitaba para conocer por fin la verdadera dueña de esa reliquia.

Aquello hacia que aun adorara mas la pulsera, ya no era solo un recuerdo del lugar donde crecí... había pertenecido a la persona que había hecho aquel lugar todo lo especial que me hacia recordarlo.
Sonrei levemente, intentando no dar muchas muestras pues ella tambien me conocia... y fue en ese momento que escuche sus palabras.

- Solo me vas a invitar a eso? tantos años y es lo unico que me vas a ofrecer? no se, yo me esperaba al menos una hamburguesa... unas papas... un par de besos o unos nachos con queso

Hubiera buscado mirarla a los ojos pero ella solía esquivarme la mirada, pues sabia lo que podía hacerle con ella,aun así, me quede allí como estaba esperando una respuesta

Me reí ante su comentario no había cambiado para nada, siempre era igual cuando quería algo, no podía negar que siempre me parecía un chico de lo mas atractivo, desde el primer día que lo vi me había fijado en el pero claro tenía que guardar distancia.

Claro estas invitado a lo que quieras-comente mirándole con una sonrisa ladeada, me acerque a el y le di dos besos en sus mejillas, consideralo un adelanto-dije tras separarme en una distancia prudencial. No dejaba de observarlo, tenía ganas de hacer lo que nunca me había atrevido a hacer pero en ese lugar tenía que fingir puesto que estaba comprometido.


No podía dejar de pensar en lo que podría ocurrir entre nosotros en este lugar tan místico como este. Aquí como en el internado habían seres especiales, esperaba encajar bien este lugar.